Asi pues hicimos el viaje hasta que el Mensajero, صلى اللّه عليه و سلّام , hubo concluido su incursion y emprendio el viaje de vuelta. Y como nos acercabamos a Medina, anunucio que se viajara de noche; y yo me levante en el momento en el que lo pregonaron y camine hasta atravesar el ejercito (dejandolo atras) ; y una vez hube terminado de hacer mis necesidades, me dirigia hacia el campamento cuando me toque el pecho y descubri que un collar de abalorios de Dhafar (Yemen) se me habia desprendido. Entonces volvi a buscar mi collar y me entretuve buscandolo. Los que me llevaban vinieron , cargaron mi palanquin y lo pusieron sobre mi camello, en el que montaba, pensando que yo estaba dentro; pues en aquel entonces las mujeres eran ligeras, no pesaban mucho ni estaban rellenas, y comian muy poco; de manera que no notaron nada cuando levantaron el palanquin y lo cargaron. Ademas yo era una muchacha de pocos años. Asi que arrearon el camello y partieron. Cuando encontre el collar, el ejercito habia continuado la marcha, por lo que al llegar a donde habian acampado no habia nadie; entonces me dirigi al lugar donde yo habia acampado pensando que me echarian en falta y volverian a por mi. Y en esa situacion, sentada, me vencio el sueño y me dormi.
Safuan Ibn al Mu'attal as-Sulami, adh-Dhakuani, iba detras del ejercito. Al amanecer llego al lugar donde yo estaba y vio el bulto de alguien durmiendo y se acerco a mi --- el solia verme antes de uqe descendiera la aleya del hiyab , por lo que podia reconocerme --- y me desperte en el momento en el que dijo "Inna lillahi wa inna ilaiha rayi'un" ("de Allah somos y realmente a El hemos de volver).
Entonces hizo arrodillarse a mi camello, lo sujeto y monte en el. Asi partio conduciendo (a pie) el camello, conmigo montada en el, hasta que llegamos al ejercito, que habia acampado, haciendo un alto, al principio del mediodia.
A partir de ese momento sucumbio quien sucumbio (en alusion de aquellos que difundieron la calumnia sobre ella), siendo el que se puso al frente de la calumnia 'Abdullah Ibn Ubai Ibn Salul.
Asi llegamos a Medina donde cai enfermadurante un mes mientras la gente se entregaba a los rumores que difundian los que habia forjado la calumnia. Y lo que me intranquilizaba durante mi enfermedad (inadvertida de lo que ocurria) era no ver por parte del Profeta, صلى اللّه عليه و سلّام , la ternura que veia en el cuando estaba enferma, sino que simplemente entraba, saludaba y decia: " ¿Como estas?".
No me di cuenta de lo que pasaba hasta que me recupere un poco y sali con Umm-Mistah en direccion a al-Manasi', lugar a donde ibamos a hacer nuestras necesidades, al que solo ibamos de una noche a otra. Y esto antes de hacernos retretes cerca de nuestras casas, siendo el nuestro el mismo caso que los primeros arabes que se iban al campo o a un lugar apartado. asi pues nos pusimos a andar Umm-Mistah y yo, entonces ella (se piso la saya) tropezo y dijo: " ¡ mal haya, Mistah!" Y le dije : " ¡que malo lo que has dicho!¿ insultas a un hombre que estuvo en Badr?" y dijo: "¡ay de ti! ¿es que no has oido lo que dicen?" Y me conto lo que decian los que habian difundido la calumnia, lo cual hizo aumentar mas la enfermedad.
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